CICLO MES DE FEBRERO DIA JUEVES


CICLO: La Corrupcion del Poder
LUGAR: Auditorio BL 19
HORA: 2:00 PM

FECHA: FEBRERO 2
PELICULA: La Ley de Herodes




FICHA TÉCNICA:
Dirección: Luís Estrada
Guión: Luís Estrada, Jaime Sampietro, Fernando León, Vicente Leñero
Duración: 123 minutos
Países: México
Año: 1999
Reparto: Damián Estrada (Vargas), Pedro Armendáriz (López), Delia Casanova (Rosa), Juan Carlos Colombo (Ramírez), Alex Cox (Gringo), Miguel Ángel Fuentes (Pancho).

SINOPSIS:
Tras el linchamiento del alcalde de San Pedro de los Saguaneros (México), por parte de la población indígena del mismo municipio, Juan Vargas, un desgraciado con aspiraciones políticas, es nombrado como Presidente Municipal Interino. Este acepta creyendo que es una oportunidad para hacer realidad su sueño: ascender y hacer carrera política. Pero la situación del municipio no resulta ser como imaginó y los problemas se le amontonan, por lo que decide renunciar. Sin embargo, su jefe le obliga a quedarse diciéndole que le tocó la Ley de Herodes, "o te chingas o te jodes", y le entrega como apoyo la Constitución y una pistola. Vargas pronto descubrirá las delicias del poder, aplicando la ley a su manera y haciendo todo lo que pueda para enriquecerse y mantenerse en el poder.

CRITICA:
La ley de Herodes parte de una sabia advertencia del refranero popular mexicano para proponer una feroz denuncia de la corrupción imperante en el país azteca. Realizada todavía bajo el mandato del PRI y sometida a importantes presiones políticas, la película de Luis Estrada es una sátira implacable contra el partido apoltronado en el gobierno mexicano durante buena parte de este siglo, sus métodos de extorsión y la implacable lógica de su perpetuación en el poder.A diferencia de otras severas diatribas contra otros sistemas dictatoriales latinoamericanos, como las ejercidas por García Márquez en El otoño del patriarca o Vargas Llosa en La Fiesta del Chivo, La ley de Herodes huye de cualquier severidad para incidir en el terreno de la comedia. El ciclo desarrollado por el funcionario que avanza desde la más intachable honestidad hasta una shakespeariana sed de poder sirve de hilo conductor gracias a la magnífica interpretación de Damián Alcázar, pero, en el camino, Estrada no deja de convocar a cuantos figurantes sean necesarios. Un astuto gringo interpretado por un hilarante Alex Cox, la regenta de un prostíbulo encarnada por la mítica Isela Vega o un burócrata manipulador que aparece por cortesía de Pedro Armendáriz constituyen algunos de los adversarios de ese alcalde que, tan pronto ve colmadas sus primeras ambiciones, se convierte en un despótico dictador que no deja títere con cabeza. Tal como la película advierte, didácticamente y sin desdeñar el trazo grueso, el tirano no nace, se hace y, una vez ha alcanzado su trono, no tiene reparos en aplicar la susodicha ley de Herodes: o te chingas o te jodes.Para disfrutar de una jocosa sátira política. Lo mejor: la incisiva ironía que recorre toda la película. Lo peor: que haya sido Fox y no este film quien apartara al PRI del poder en las últimas elecciones.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 9
PELICULA: El Padrino III




FICHA TECNICA:
AÑO: 1990
DURACIÓN: 163 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR Francis Ford Coppola
GUIÓN Francis Ford Coppola & Mario Puzo (Novela: Mario Puzo)
REPARTO Al Pacino, Diane Keaton, Andy García, Joe Mantegna, Talia Shire, Eli Wallach, Sofia Coppola, George Hamilton, Raf Vallone, Bridget Fonda, Helmut Berger, John Savage, Franco Citti
GÉNERO Drama

SINOPSIS:
Michael Corleone, heredero del imperio de don Vito Corleone, intenta rehabilitarse socialmente y legitimar todas las posesiones de la familia negociando con el Vaticano. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser el elegido.

CRITICA:
Muchas veces oigo rajar bastante de esta película, como si de una degeneración de la saga se tratase, como si fuese una aberración el mero hecho de haberla filmado, como si fuese una película detestable. No estoy nada de acuerdo con ello. Más allá del exacerbado y profundísimo amor que siento por El Padrino, intentaré ser imparcial y no dejarme llevar por mi pasión hacía esta película.

No obstante más allá de su calidad como película independiente, que la tiene y mucha, la maldición de El Padrino III es la inevitable comparación con las dos entregas previas. No hace falta mencionar que nadie esperaba que Coppola repitiese las cotas de perfección que tenían tanto el Padrino como el Padrino II con la realización de esta tercera entrega, eso es un hecho casi empírico, y lo es básicamente por dos razones. La primera es que El Padrino y El Padrino II son simple y llanamente perfectas, es algo que ocurre rara vez en el cine, es un mito, un icono, es imposible repetir esa perfección, lo que si se puede hacer es introducir un epílogo, un buen complemento final, una película que cierre dignamente la saga y eso es lo que es esta tercera entrega y no una película a la altura de las dos anteriores, eso es una quimera. Y la segunda razón es que el Coppola de 1990 no era el mismo de los años 70. Entre la realización del Padrino II y del Padrino III habían pasado dieciséis años. En ellos después de realizar la magistral Apocalypse Now no dejó de rodar mediocridad tras mediocridad (excepto La Ley de la calle) véase Corazonada (espectacular fracaso de taquilla que hizo que perdiese Zoetrope, su productora), Rebeldes, Tucker, Cotton Club, Peggie Sue se casó. Su carrera entró en un fuerte declive y su crisis creativa era más que palpable, es decir, Coppola no pasaba por su mejor momento a la hora de llevar a cabo la realización de la tercera entrega y de no ser por él ni se hubiera hecho ya que fue la Paramount la que le rogó que hiciera esta película, ya que la productora norteamericana se precipitaba peligrosamente hacía la bancarrota. A pesar de ello los ejecutivos no dejaron que Coppola titulase a esta tercera entrega “La muerte de Michael Corleone” como el quería.

Michael Corleone ya no es el que era, tiene canas, los años han pasado, ha envejecido y todo lo que huela a ilegal ha sido erradicado de su vida y trabajo, se ha alejado del monstruoso y frío mafioso que fue décadas atrás, al cual todos recordamos en la inmortal escena final del Padrino II cuando lo vemos sólo, sentado en la jardín, con todos sus seres queridos lejos de él. Pero como ha sido la constante y una de las reflexiones más negras y magistrales de la saga, el pasado no perdona a nadie, y parece que el destino no deja a Michael Corleone vivir tranquilo. Al Pacino vuelve a retomar el personaje que lo catapultara al estrellato a principios de los setenta, dándole una vuelta de tuerca y dotándole de humanidad y de anhelos de redención, apartándose de la maldad personificada en la que se había convertido, conformando un Michael Corleone hastiado, paciente, viejo, frágil, completando una de las mejores interpretaciones que haya hecho Al Pacino nunca, de sabía y mesurada contención. Y es que en esta película es Pacino, su personaje mejor dicho, el que sirve de catalizador y de plasmación de lo que esta película: un final. Mejor dicho, más que una película esto es un epílogo. El Padrino III, su objetivo, es el de cerrar la saga de una manera digna, cosa que consigue y con creces y realizar una película que sirva como complemento de sus prodigiosas hermanas mayores y que además contenga una identidad propia y, en mi opinión, el Padrino III también lo consigue. Sin perderla en ningún momento y agregándola de manera más subrepticia y soterrada logra apartarse parcialmente de la increíble negrura y fatalidad de las dos primeras entregas (salvo al final), y Coppola se decanta por un tono crepuscular, relajado, tamizado con un tono operístico y solemne y por encima de todo, se decanta por un tono de redención que es palpable en todo momento para acabar por fundirlo todo con un apabullante lirismo, impresionante e inesperado, como por ejemplo en la bellísima escena en al que Anthony entona una preciosa cancioncilla siciliana, y empiezan a aparecer imágenes de la boda de Michael con Apollonia e imágenes de antaño, todo una demostración de conmovedora sensibilidad. Y culminado con uno de los finales más duros, sorprendentes, fatales, desgarradores y apoteósicos que recuerda el cine y, a título personal, probablemente la escena mejor interpretada que yo haya visto nunca y que siempre me produce un torrente de lágrimas.

Cabe destacar la interpretación de Andy García que no es ni mucho menos una caricatura de Sonny, sino más bien un homenaje al personaje de James Caan, en un rol que le viene como anillo al dedo, fuerte, vivo y bravo. Todo el reparto cumple, desde la siempre magnífica Diane Keaton, pasando un gran Joe Mantegna y un entrañable Eli Wallach. Es obvio y necesario admitir que Sofia Coppola nunca debió participar en esta película, pero la verdad es que recibió más palos de los que se merecía.

En resumen, una excepcional película, un crepúsculo triste y conmovedor, un dignísimo y brillante cierre para una saga que está marcada a fuego en la retina, la cabeza y el corazón de cualquier cinéfilo.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 16
PELICULA: Tierra de Ciegos




FICHA TECNICA:
AÑO: 2006
DURACIÓN: 101 min.
PAÍS: Gran Bretaña
DIRECTOR: Robert Edwards
GUIÓN: Robert Edwards
REPARTO: Ralph Fiennes, Donald Sutherland, Tom Hollander, Lara Flynn Boyle, Marc Warren, Ron Cook, Don Warrington, Laura Fraser, Robert Daws, Jonathan Hyde, Camilla Rutherford, Miranda Raison, Jodhi May, Cory McAbee
GÉNERO Drama

SINOPSIS:
En un tiempo y lugar indeterminado, un idealista soldado llamado Joe (Ralph Fiennes) entabla -una prohibida- amistad con un prisionero político de nombre Thorne (Donald Sutherland)...

CRITICA:

La historia va mas o menos así: Joe (Ralph Fiennes, El Jardinero Fiel) es un guardia de prisión, encargado de los alimentos de uno de los prisioneros políticos más importantes del regimen totalitario de un país inventado (cualquier parecido con varias realidades, no es coincidencia). El prisionero en cuestión es Thorne (Donald Sutherland), un escritor encarcelado por haber escrito una obra teatral criticando al régimen de Maximiliano II o Junior (Tom Hollander, Mr Collins en Orgullo y Prejuicio), quien es un pobre reemplazo de su padre, es mezcla de playboy y psicópata, un ególatra que reina usando la violencia, la tortura y el asesinato a discreción.

Las ideas del encarcelado por 13 años, Thorne, han generado un movimiento llamado Ciudadanos por la Justicia y la Democracia, que le hace la oposición al gobierno. La presión es tan fuerte que los asesores de Junior le aconsejan liberar al prisionero para que tome su lugar como presidente del parlamento y dé la apariencia de una verdadera democracia. Libre ya, Thorne se niega a seguir el plan y se pone a la cabeza de la Revolución.

Joe es leal a su patria, pero poco a poco las ideas del educado Thorne calan en él. Joe se da cuenta de que la sociedad en la que vive no es buena y no es el mundo que desea para su hijita por nacer. Luchando consigo mismo, traiciona a su emperador y ayuda al asesinato de éste en manos de Thorne y otros colaboradores de Ciudadanos, quienes antes de matarlo y matar a la primera dama (una buena interpretación de Lara Flynn Boyle como una especie de Eliane Karp), le hacen un bufonesco juicio al dictador.

El remedio que Joe creía estar proveyendo a su pueblo, resulta peor que la enfermedad. Thorne establece un régimen más opresor que el anterior (medio castrista, medio taliban), en donde las libertades son reducidas al mínimo y en donde cualquiera que pensase distinto era conducido a un campo de re-educación. Joe, quien había sido procalamado como héroe, está muy lejos de sentirse uno y se niega a firmar una carta de lealtad hacia el nuevo gobierno, por lo cual es juzgado y condenado a uno de los campos de re-educación, en realidad una prisión en donde pasará los siguientes 20 años.

Finalmente, tras esas dos décadas, el reino de terror de Thorne es derrocado por los contra-revolucionarios, asumiendo la presidencia el sobrino de Maximiliano (quien había estado escondido por su madre en el exilio) y Joe se encuentra en una posición aún peor, por sus declaraciones de haber participado en el asesinato del tío.

El film me pareció un buen retrato de la desesperanza más que de la ceguera... Entre escenas aparecen cortos en blanco y negro sobre elefantes. Esto y el título del film es explicado en el campo de re-educación a Joe: "cuando un grupo de ciegos se topa con un elefante, cada uno cree que es una cosa distinta, por ejemplo, el ciego que se topa con las patas, cree que el elefante es un árbol, el ciego que se topa con la trompa, cree que es una serpiente, etc".

Así como es el elefante, es cualquiera de los gobiernos y ciego es el pueblo, que se acomoda a sus circunstancias para sobrevivir. Bueno, eso es más o menos lo que entendí yo, pero como es una película política complicada agradeceré cualquier otra interpretación en los comentarios.

En resumen: creo que Tierra de Ciegos es una película interesante, actual y con buenas interpretaciones y sin embargo densa, poco cinematográfica, demasiado teatral.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 23
PELICULA: Micmacs




FICHA TECNICA:
AÑO: 2009
DURACIÓN: 105 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Jean-Pierre Jeunet
GUIÓN Jean-Pierre Jeunet, Guillaume Laurant
REPARTO Dany Boon, Yolande Moreau, Marie-Julie Beaup, Dominique Pinon, Julie Ferrer, André Dusollier
GÉNERO Comedia

SINOPSIS:
Bazil es un tipo que ha logrado esquivar la muerte por segunda vez en su vida. Cuando era niño fue víctima de una mina antipersona. Él sobrevivió, pero su familia no tuvo tanta suerte. Después, de adulto, una bala perdida se incrustó en su cerebro. Bazil, que sigue vivo, conoce a unos artistas callejeros que le ayudarán a vengarse de las compañías armamentísticas que tanto daño le han hecho.

CRITICA:
Por Jordi Costa
La última película de Jean-Pierre Jeunet es una comedia excéntrica (y, atención, casi silente) que, tras el aparatoso desvío melodramático que supuso Largo domingo de noviazgo (2004), describe un esforzado regreso al hogar primigenio de Delicatessen (1991). Micmacs es una virtuosa catedral de sofisticado slapstick, pero no logra desembarazarse de la cursilería (de mimo) que infectaba su influyente Amelie (2001).

Jeunet resuelve, por el camino, diversos saltos mortales y extrae una gran elocuencia de su juego formalista, pero se acerca a lo imprudente cuando decide hacer explícito su mensaje político, utilizando sin demasiado pudor imágenes de víctimas de minas antipersona en un clímax que se acerca a una reescritura javierfesseriana de Misión: Imposible (la serie).

TRAILER:

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