CICLO DE MAYO: DO-RE-MI-CI-NE


HORA: 2:00 PM
LUGAR: AUDITORIO BL 19

FECHA: 5 DE MAYO
PELICULA: EL VIOLÍN ROJO




FICHA TÉCNICA
AÑO: 1998
DURACIÓN: 130 min.
PAÍS: Canada
DIRECTOR: François Girard
GUIÓN: Don McKellar & François Girard
REPARTO: Samuel L. Jackson, Greta Scacchi, Jason Flemyng, Colm Feore, Carlo Cecchi, Irene Grazioli, Jean-Luc Bideau, Sylvia Chang
GÉNERO: Drama.

SINOPSIS:
En un taller de la Italia del siglo XVII, un maestro artesanal crea su obra definitiva, un violín perfecto y barnizado en rojo, para su hijo a punto de nacer. A partir de ese momento, el instrumento viaja de mano en mano desde Europa a Canadá, pasando por China, hasta la época actual.

CRÍTICA:
Las historias de esta película son leídas en las cartas por una vieja adivina al calor de la cocina. Curiosamente, no se trata en este caso de la predicción del futuro de un ser humano: se trata del destino de un violín de misterioso color y de los que lo han rodeado.

Todo gira en torno a un magnífico violín rojo, obra maestra del italiano Nicolo Bussotti. Cada carta es una historia y todas forman parte de una lectura general que abarca un recorrido por cuatro siglos y tres continentes. Las cartas y sus simbolismos sirven como portales, nexos mágicos en tiempo y espacio que son el marco del ajetreado ir y venir de este violín.

El instrumento y la música son los hilos conductores de la cinta, desde su fabricación en Italia, a los monasterios de niños huérfanos en los Alpes, pasando por la corte imperial austríaca, así como campamentos de gitanos e incluso la Revolución Cultural China de los años 60.

La estructura es laberíntica y nos transporta a las vidas de los dueños del violín, intercalando pasado y presente, con series de flash-back de la trágica construcción del violín por Nicolo Bussotti para su primer hijo, el descubrimiento del instrumento, así como su peritaje y subasta.
Buena parte de la historia podría parecer francamente detectivesca, a partir del personaje del perito Charles Morritz: encargado de certificar que el instrumento es el famoso violín rojo de Bussotti y quien descubre durante este proceso el secreto de la misteriosa coloración.

Aunque predomina el inglés, es muy enriquecedor el empleo del idioma correspondiente en cada país, por lo que se han utilizado hasta cinco idiomas. Aunque es una coproducción canadiense e italiana, el rodaje fue hecho en cinco países durante seis meses. Esta película es también un viaje por diferentes culturas, ya que está respaldada por una investigación de tres años, en los que se estudiaron violines, historias acerca de instrumentos robados y todo lo necesario para trabajar el ambiente de diferentes periodos.

TRAILER:


FECHA: 12 DE MAYO
PELICULA: SWEENEY TODD




DIRECCIÓN: Tim Burton.
PAÍS: USA.
AÑO: 2007.
DURACIÓN: 116 min.
GÉNERO: Drama, thriller, musical.
INTERPRETACIÓN: Johnny Depp (Benjamin Barker/Sweeney Todd), Helena Bonham Carter (Sra. Lovett), Alan Rickman (juez Turpin), Timothy Spall (Beadle), Sacha Baron Cohen (Pirelli), Jamie Campbell Bower (Anthony), Laura Michele Kelly (Lucy), Jayne Wisener (Johanna), Edward Sanders (Toby).
GUIÓN: John Logan; basado en el musical de Stephen Sondheim y Hugh Wheeler.

SINOPSIS:
Benjamin Barker, un hombre que ha sido injustamente encarcelado durante quince años, consigue escapar a Londres con la promesa de vengarse. Adoptando la apariencia de Sweeney Todd, Barker regresa a su vieja barbería en el piso de arriba de la pastelería de la sra. Lovett. Una vez allí, dirige su punto de mira hacia el juez Turpin, quien le envió a presidio para robarle a su mujer, Lucy, y a su hija pequeña.


CRITICA:
Por Emilio Martínez
Parece que ha pasado una eternidad desde que Tim Burton y Johnny Deep formasen equipo por primera vez. Eduardo Manostijeras, tal vez una de las películas más hermosas jamás realizadas, supuso la confirmación de que Burton era el director más imaginativo de la industria cinematográfica y, Johnny Deep, un actor destinado a ser grande.

Tal vez el hecho de que el director y el actor sean considerados como "genios" y "raros" a la vez en Hollywood, provocó una tremenda conexión entre ellos que dio como resultado en los años sucesivos joyas como Ed Wood o Sleepy Hollow, esa brillante adaptación del relato de Washington Irving.

Y tal vez fue Sleepy Hollow la película que marcó un antes y un después en la carrera de Burton. Desde que el jinete sin cabeza llegase a las pantallas, Tim Burton parece más destinado en conformarse a los deseos de la industria que a lo que realmente desea hacer. Salvo en momentos puntuales de Big Fish, Charlie y la Fábrica de Chocolate o La Novia Cadáver (del remake de los simios ni quiero acordarme), Tim Burton empieza a demostrar, que aparte de crear mundos maravillosos, también sabe aburrir, y desgraciadamente Sweeney Todd no es una excepción.

Pese a la espectacular recreación visual creada por Burton, no resiste comparación con el musical original, como ya ocurriese hace unos años con El Fantasma de la Opera y la soporífera (aunque fiel) adaptación de Schumacher al cine. Asimismo, la historia de este barbero vengativo es completamente plana: comienza siendo un hombre amargado, continua siendo un hombre amargado y termina siendo un hombre amargado. Pese a que Deep intenta transmitirnos su pena y dolor en todo momento, su personaje no sufre ningún tipo de evolución en toda la película, es completamente plano. Por su parte, Helena Bonham Carter repite el mismo papel que ha hecho durante toda su carrera usando el mismo vestuario de El Club de la Lucha; Rickman parece perdido; y Laura Michelle Kelly completamente desaprovechada. Es triste admitirlo, pero el único personaje que parece creese lo que está haciendo es Sacha Baron Cohen (sic) en su papel de Pirelli.

No obstante, en manos de otro director que no fuese Burton, el resultado hubiera sido grotesco. Gracias a su oficio, consigue salvar por momentos una película (el primer encuentro Deep-Rickman, los crímenes de Todd o el inevitable, y previsible, desenlace) a la que tal vez no puede pedírsele más dado su respeto a la obra original, pero que aun así, queda muy lejos del mejor cine de Burton.

Lo Mejor: Sacha Cohen Baron y el poderío visual de Burton.
Lo Peor: Aburre por momentos.

TRAILER:


FECHA: 19 DE MAYO
PELICULA: AUGUST RUSH




DIRECCIÓN: Kirsten Sheridan.
PAÍS: USA.
AÑO: 2007.
DURACIÓN: 113 min.
GÉNERO: Drama, musical.
INTERPRETACIÓN: Freddie Highmore (August Rush), Keri Russell (Lyla Novacek), Jonathan Rhys Meyers (Louis Connelly), Terrence Howard (Richard Jeffries), Robin Williams (Maxwell "Brujo" Wallace), William Sadler (Thomas Novacek).
GUIÓN: Nick Castle y James V. Hart; basado en un argumento de Paul Castro y Nick Castle.

SINOPSIS:
"August Rush" cuenta la historia de un carismático joven guitarrista irlandés y una sobreprotegida violonchelista, quienes comparten un encuentro romántico una mágica noche de verano en Nueva York. Debido a circunstancias desafortunadas, la joven pareja es separada tras este breve encuentro, dejando como única estela a un niño, August, huérfano por accidente. Ahora, August, de 11 años, se encuentra ganándose la vida como músico callejero, bajo la tutela del misterioso Brujo. Pero August posee un talento musical excepcional, e intentará hacer uso de él para poder reencontrarse con sus padres.

CRÍTICA:
Leo Aquiba Senderovsky
August Rush es una suerte de cuentito de hadas infantil cruzado con algunos ribetes de culebrón, al que, se supone, no deberíamos pedirle cierto verosímil. Tenemos a Jonathan Rhys Meyers como un rockero que conoce y se enamora de una violonchelista, Keri Russell, y por esas cosas más propicias del cliché de telenovela, ellos no pueden reencontrarse, y por esas cosas también de telenovela, ella había quedado embarazada, pero cree perderlo porque tiene un padre muy malo, que lo da en adopción. Padre que casi no aparece, pero cuando aparece, lo hace para justificar muy pobremente que algo tiene que pasar para que ellos no puedan verse, y para llegar al presente, donde el tal August Rush (Freddie Highmore, quien más trabajo hace por salvar el guión), un niño prodigio de la música (claro, con esos padres…), se escapa del orfanato para seguir el camino de la música que lo llama, y así poder encontrar a sus padres. Y así se suceden todas las vueltas típicas de un romance de telenovela, desencuentros y encuentros incluidos, con el fin de apretar todo en una historia sensiblera, con toques fantásticos (acá el término fantástico parece justificar la enorme cantidad de caprichos que hacen avanzar la película), e incongruencias varias. Ah, también aparece Robin Williams con look texano, a quien primero lo identificamos como un explotador de niños medio loco y medio sensible, pero que termina revelándose como un malo malísimo. Villano, claro, con todos los tics payasescos de Robin Williams, que a esta altura y con todos sus defectos, es quien más sobresale del elenco, exceptuando, claro, al niño protagonista. Podríamos estar hablando de una película tierna y emotiva, pero no llega a superar un argumento plagado de arbitrariedades, y un guión de bajo vuelo, que parece haber sido escrito por amateurs en el tema. La música es el elemento más destacable, pero este elemento sólo no alcanza para hacer creíble e interesante la película.

TRAILER:


FECHA: 26 DE MAYO
PELICULA: ACROSS THE UNIVERSE




FICHA TÉCNICA
AÑO: 2007
DURACIÓN: 133 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Julie Taymor
GUIÓN: Dick Clement, Ian La Frenais (Historia: Julie Taymor, Dick Clement, Ian La Frenais)
REPARTO: Evan Rachel Wood, Jim Sturgess, Joe Anderson, Bono, Eddie Izzard, Salma Hayek, Dana Fuchs, Cynthia Loebe, Martin Luther, Bill Irwin
GÉNERO: Musical. Romance. Drama

SINOPSIS:
Musical romántico ambientado en los años 60 del siglo XX en la época de los años turbulentos de las protestas contra la guerra, la exploración mental y el rock'n roll. La historia gira en torno a institutos y universidades en Massachusetts, Princeton y Ohio, y se traslada desde los muelles de Liverpool hasta la psicodelia creativa de Greenwich Village en Nueva Cork; desde las calles rasgadas por las revueltas en Detroit, hasta los campos de muerte de Vietnam.

CRÍTICA:
Digerido por bronte
Julie Taymor ha encontrado la horma de su zapato. Después de su nefanda "Titus", la música de los Beatles le va como anillo al dedo para presentar toda la lisergia que lleva dentro del cuerpo. Y su nueva película "Across the Universe" tiene encantado a cierto público americano que espera ver cosas muy raras en la pantalla. Personalmente me lo he pasado pipa viendo esta película, pero no porque sea buena, que no lo es en absoluto, sino porque es un musical basado en la música de los cuatro de Liverpool y como beatlemaníaca que me precio, escuchar una vez más temas míticos nunca está de más. Tengo que reconocer además que la selección me agradó especialmente porque algunas de mis favoritas estaban incluidas en el paquete: "Blackbird", "While my guitar gently weeps", "Something", "If I fell", "Don't let me down", "Across the universe", of course, "Come together", "Lucy in the sky with diamonds" y "Hey, Jude" entre otras, sonaron en una película que pese a versionear todos y cada uno de los temas, lo hace con bastante respeto. Evidentemente en muchas ocasiones es mejor el original, pero teniendo en cuenta lo purista que soy yo para estas cosas, que no me dieran ganas de quemar el cine con todos los que estábamos dentro, dice mucho de la calidad de la cosa. Y como ya he dicho anteriormente, la época, la música, el espíritu le dejan a la Taymor espacio suficiente como para mostrar todas esas ideas visualmente alternativas con las que le gusta ilustrar visualmente cada bendita cosa que hace.

Dicho esto, remarcar que lo único que hace apetecible esta película son los números musicales, no porque sean maravillosos, sino porque la música es buena, y su inserción en una historia parece que les dota de un nuevo significado. Claro que la historia es requetemala. Y no me esperaba nada menos de Julie Taymor, que está llena de prejuicios y de clichés. Y no tengo nada en contra de los clichés, pero me resultan especialmente perturbardores cuando son vendidos como anticlichés. "Across the universe" cuenta la historia de Jude, un obrero de Liverpool que se traslada a USA en los sesenta, y vive de pleno todo el conflicto de Vietnam. No sé si a los no amigos de hacer lecturas políticas de los filmes les resultará muy molesto que diga que es obvio que la directora intenta establecer un paralelismo con la actual situación en Irak, aunque creo que es bien diferente. Básicamente porque los soldados en Irak son profesionales y voluntarios, pero en fin, supongo que todo el discurso de "haz el amor y no la guerra" vale igualmente.

La imagen de unos soldados americanos gigantes pisoteando las palmeras de la selva vietnamita mientras cargan con una estatua de la libertad de su mismo tamaño, no deja al fin y al cabo de ser un cliché. El ejército es malvado, los militares son tontos y sumisos, la guerra es mala, etc., etc. Supongo que lo contrario, el ejército es bueno, los soldados son hombres de honor que arriesgan lo más preciado que tienen por nuestra libertad y tal, es igualmente otro cliché. Y supongo que dependerá del caso la interpretación. Y también supongo que no se puede acusar a la Taymor de relativista, porque va a piñón fijo, pero sus planteamientos no dejan de sonar, pues eso, de los sesenta, del año catapúm. Ahora bien, el gustazo que se pega la buena mujer poniendo colorines y estridencias visuales y haciéndonos sentir a los espectadores como con una sobredosis de LSD mientras escuchamos algunos temas, eso no se lo quita nadie. Aunque eso sí, a veces se le nota un poco el plumero a la hora de intentar conseguir un sonido "Moulin Rouge".

El recorrido emocional de la película es tan formulaico que casi sonroja. Chico rebelde deja de ir a Princeton para vivir la movida neoyorkina, asiática lesbiana incomprendida, negro tipo Hendrix, chica bien que se implica en la lucha antiguerra, chico pobre pero lleno de talento que se dedica a dibujar y que se enamora de la chica bien... Luego sin saber ni cómo ni por qué le empiezan a entrar en los celos (para que la pareja entre en crisis, claro está) y se presenta allí en el centro de libertades civiles para pegarse con otros cuantos machos alfa y poder poner la escena de puños que exige toda película comercial. Final feliz, no acongojarse. La mala interpretación de los actores en general sí que ya da un poquito más de repelús.

Insisto: merece la pena por los números musicales (una treintena) y por nada más. Recomendada para todos aquellos amantes incondicionales de los Beatles. También aparecen en el filme interpretando unos temas Joe Cocker y Bono, que no se me olvide.

TRAILER:


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