CICLO MES DE FEBRERO DIA JUEVES


CICLO: La Corrupcion del Poder
LUGAR: Auditorio BL 19
HORA: 2:00 PM

FECHA: FEBRERO 2
PELICULA: La Ley de Herodes




FICHA TÉCNICA:
Dirección: Luís Estrada
Guión: Luís Estrada, Jaime Sampietro, Fernando León, Vicente Leñero
Duración: 123 minutos
Países: México
Año: 1999
Reparto: Damián Estrada (Vargas), Pedro Armendáriz (López), Delia Casanova (Rosa), Juan Carlos Colombo (Ramírez), Alex Cox (Gringo), Miguel Ángel Fuentes (Pancho).

SINOPSIS:
Tras el linchamiento del alcalde de San Pedro de los Saguaneros (México), por parte de la población indígena del mismo municipio, Juan Vargas, un desgraciado con aspiraciones políticas, es nombrado como Presidente Municipal Interino. Este acepta creyendo que es una oportunidad para hacer realidad su sueño: ascender y hacer carrera política. Pero la situación del municipio no resulta ser como imaginó y los problemas se le amontonan, por lo que decide renunciar. Sin embargo, su jefe le obliga a quedarse diciéndole que le tocó la Ley de Herodes, "o te chingas o te jodes", y le entrega como apoyo la Constitución y una pistola. Vargas pronto descubrirá las delicias del poder, aplicando la ley a su manera y haciendo todo lo que pueda para enriquecerse y mantenerse en el poder.

CRITICA:
La ley de Herodes parte de una sabia advertencia del refranero popular mexicano para proponer una feroz denuncia de la corrupción imperante en el país azteca. Realizada todavía bajo el mandato del PRI y sometida a importantes presiones políticas, la película de Luis Estrada es una sátira implacable contra el partido apoltronado en el gobierno mexicano durante buena parte de este siglo, sus métodos de extorsión y la implacable lógica de su perpetuación en el poder.A diferencia de otras severas diatribas contra otros sistemas dictatoriales latinoamericanos, como las ejercidas por García Márquez en El otoño del patriarca o Vargas Llosa en La Fiesta del Chivo, La ley de Herodes huye de cualquier severidad para incidir en el terreno de la comedia. El ciclo desarrollado por el funcionario que avanza desde la más intachable honestidad hasta una shakespeariana sed de poder sirve de hilo conductor gracias a la magnífica interpretación de Damián Alcázar, pero, en el camino, Estrada no deja de convocar a cuantos figurantes sean necesarios. Un astuto gringo interpretado por un hilarante Alex Cox, la regenta de un prostíbulo encarnada por la mítica Isela Vega o un burócrata manipulador que aparece por cortesía de Pedro Armendáriz constituyen algunos de los adversarios de ese alcalde que, tan pronto ve colmadas sus primeras ambiciones, se convierte en un despótico dictador que no deja títere con cabeza. Tal como la película advierte, didácticamente y sin desdeñar el trazo grueso, el tirano no nace, se hace y, una vez ha alcanzado su trono, no tiene reparos en aplicar la susodicha ley de Herodes: o te chingas o te jodes.Para disfrutar de una jocosa sátira política. Lo mejor: la incisiva ironía que recorre toda la película. Lo peor: que haya sido Fox y no este film quien apartara al PRI del poder en las últimas elecciones.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 9
PELICULA: El Padrino III




FICHA TECNICA:
AÑO: 1990
DURACIÓN: 163 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR Francis Ford Coppola
GUIÓN Francis Ford Coppola & Mario Puzo (Novela: Mario Puzo)
REPARTO Al Pacino, Diane Keaton, Andy García, Joe Mantegna, Talia Shire, Eli Wallach, Sofia Coppola, George Hamilton, Raf Vallone, Bridget Fonda, Helmut Berger, John Savage, Franco Citti
GÉNERO Drama

SINOPSIS:
Michael Corleone, heredero del imperio de don Vito Corleone, intenta rehabilitarse socialmente y legitimar todas las posesiones de la familia negociando con el Vaticano. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser el elegido.

CRITICA:
Muchas veces oigo rajar bastante de esta película, como si de una degeneración de la saga se tratase, como si fuese una aberración el mero hecho de haberla filmado, como si fuese una película detestable. No estoy nada de acuerdo con ello. Más allá del exacerbado y profundísimo amor que siento por El Padrino, intentaré ser imparcial y no dejarme llevar por mi pasión hacía esta película.

No obstante más allá de su calidad como película independiente, que la tiene y mucha, la maldición de El Padrino III es la inevitable comparación con las dos entregas previas. No hace falta mencionar que nadie esperaba que Coppola repitiese las cotas de perfección que tenían tanto el Padrino como el Padrino II con la realización de esta tercera entrega, eso es un hecho casi empírico, y lo es básicamente por dos razones. La primera es que El Padrino y El Padrino II son simple y llanamente perfectas, es algo que ocurre rara vez en el cine, es un mito, un icono, es imposible repetir esa perfección, lo que si se puede hacer es introducir un epílogo, un buen complemento final, una película que cierre dignamente la saga y eso es lo que es esta tercera entrega y no una película a la altura de las dos anteriores, eso es una quimera. Y la segunda razón es que el Coppola de 1990 no era el mismo de los años 70. Entre la realización del Padrino II y del Padrino III habían pasado dieciséis años. En ellos después de realizar la magistral Apocalypse Now no dejó de rodar mediocridad tras mediocridad (excepto La Ley de la calle) véase Corazonada (espectacular fracaso de taquilla que hizo que perdiese Zoetrope, su productora), Rebeldes, Tucker, Cotton Club, Peggie Sue se casó. Su carrera entró en un fuerte declive y su crisis creativa era más que palpable, es decir, Coppola no pasaba por su mejor momento a la hora de llevar a cabo la realización de la tercera entrega y de no ser por él ni se hubiera hecho ya que fue la Paramount la que le rogó que hiciera esta película, ya que la productora norteamericana se precipitaba peligrosamente hacía la bancarrota. A pesar de ello los ejecutivos no dejaron que Coppola titulase a esta tercera entrega “La muerte de Michael Corleone” como el quería.

Michael Corleone ya no es el que era, tiene canas, los años han pasado, ha envejecido y todo lo que huela a ilegal ha sido erradicado de su vida y trabajo, se ha alejado del monstruoso y frío mafioso que fue décadas atrás, al cual todos recordamos en la inmortal escena final del Padrino II cuando lo vemos sólo, sentado en la jardín, con todos sus seres queridos lejos de él. Pero como ha sido la constante y una de las reflexiones más negras y magistrales de la saga, el pasado no perdona a nadie, y parece que el destino no deja a Michael Corleone vivir tranquilo. Al Pacino vuelve a retomar el personaje que lo catapultara al estrellato a principios de los setenta, dándole una vuelta de tuerca y dotándole de humanidad y de anhelos de redención, apartándose de la maldad personificada en la que se había convertido, conformando un Michael Corleone hastiado, paciente, viejo, frágil, completando una de las mejores interpretaciones que haya hecho Al Pacino nunca, de sabía y mesurada contención. Y es que en esta película es Pacino, su personaje mejor dicho, el que sirve de catalizador y de plasmación de lo que esta película: un final. Mejor dicho, más que una película esto es un epílogo. El Padrino III, su objetivo, es el de cerrar la saga de una manera digna, cosa que consigue y con creces y realizar una película que sirva como complemento de sus prodigiosas hermanas mayores y que además contenga una identidad propia y, en mi opinión, el Padrino III también lo consigue. Sin perderla en ningún momento y agregándola de manera más subrepticia y soterrada logra apartarse parcialmente de la increíble negrura y fatalidad de las dos primeras entregas (salvo al final), y Coppola se decanta por un tono crepuscular, relajado, tamizado con un tono operístico y solemne y por encima de todo, se decanta por un tono de redención que es palpable en todo momento para acabar por fundirlo todo con un apabullante lirismo, impresionante e inesperado, como por ejemplo en la bellísima escena en al que Anthony entona una preciosa cancioncilla siciliana, y empiezan a aparecer imágenes de la boda de Michael con Apollonia e imágenes de antaño, todo una demostración de conmovedora sensibilidad. Y culminado con uno de los finales más duros, sorprendentes, fatales, desgarradores y apoteósicos que recuerda el cine y, a título personal, probablemente la escena mejor interpretada que yo haya visto nunca y que siempre me produce un torrente de lágrimas.

Cabe destacar la interpretación de Andy García que no es ni mucho menos una caricatura de Sonny, sino más bien un homenaje al personaje de James Caan, en un rol que le viene como anillo al dedo, fuerte, vivo y bravo. Todo el reparto cumple, desde la siempre magnífica Diane Keaton, pasando un gran Joe Mantegna y un entrañable Eli Wallach. Es obvio y necesario admitir que Sofia Coppola nunca debió participar en esta película, pero la verdad es que recibió más palos de los que se merecía.

En resumen, una excepcional película, un crepúsculo triste y conmovedor, un dignísimo y brillante cierre para una saga que está marcada a fuego en la retina, la cabeza y el corazón de cualquier cinéfilo.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 16
PELICULA: Tierra de Ciegos




FICHA TECNICA:
AÑO: 2006
DURACIÓN: 101 min.
PAÍS: Gran Bretaña
DIRECTOR: Robert Edwards
GUIÓN: Robert Edwards
REPARTO: Ralph Fiennes, Donald Sutherland, Tom Hollander, Lara Flynn Boyle, Marc Warren, Ron Cook, Don Warrington, Laura Fraser, Robert Daws, Jonathan Hyde, Camilla Rutherford, Miranda Raison, Jodhi May, Cory McAbee
GÉNERO Drama

SINOPSIS:
En un tiempo y lugar indeterminado, un idealista soldado llamado Joe (Ralph Fiennes) entabla -una prohibida- amistad con un prisionero político de nombre Thorne (Donald Sutherland)...

CRITICA:

La historia va mas o menos así: Joe (Ralph Fiennes, El Jardinero Fiel) es un guardia de prisión, encargado de los alimentos de uno de los prisioneros políticos más importantes del regimen totalitario de un país inventado (cualquier parecido con varias realidades, no es coincidencia). El prisionero en cuestión es Thorne (Donald Sutherland), un escritor encarcelado por haber escrito una obra teatral criticando al régimen de Maximiliano II o Junior (Tom Hollander, Mr Collins en Orgullo y Prejuicio), quien es un pobre reemplazo de su padre, es mezcla de playboy y psicópata, un ególatra que reina usando la violencia, la tortura y el asesinato a discreción.

Las ideas del encarcelado por 13 años, Thorne, han generado un movimiento llamado Ciudadanos por la Justicia y la Democracia, que le hace la oposición al gobierno. La presión es tan fuerte que los asesores de Junior le aconsejan liberar al prisionero para que tome su lugar como presidente del parlamento y dé la apariencia de una verdadera democracia. Libre ya, Thorne se niega a seguir el plan y se pone a la cabeza de la Revolución.

Joe es leal a su patria, pero poco a poco las ideas del educado Thorne calan en él. Joe se da cuenta de que la sociedad en la que vive no es buena y no es el mundo que desea para su hijita por nacer. Luchando consigo mismo, traiciona a su emperador y ayuda al asesinato de éste en manos de Thorne y otros colaboradores de Ciudadanos, quienes antes de matarlo y matar a la primera dama (una buena interpretación de Lara Flynn Boyle como una especie de Eliane Karp), le hacen un bufonesco juicio al dictador.

El remedio que Joe creía estar proveyendo a su pueblo, resulta peor que la enfermedad. Thorne establece un régimen más opresor que el anterior (medio castrista, medio taliban), en donde las libertades son reducidas al mínimo y en donde cualquiera que pensase distinto era conducido a un campo de re-educación. Joe, quien había sido procalamado como héroe, está muy lejos de sentirse uno y se niega a firmar una carta de lealtad hacia el nuevo gobierno, por lo cual es juzgado y condenado a uno de los campos de re-educación, en realidad una prisión en donde pasará los siguientes 20 años.

Finalmente, tras esas dos décadas, el reino de terror de Thorne es derrocado por los contra-revolucionarios, asumiendo la presidencia el sobrino de Maximiliano (quien había estado escondido por su madre en el exilio) y Joe se encuentra en una posición aún peor, por sus declaraciones de haber participado en el asesinato del tío.

El film me pareció un buen retrato de la desesperanza más que de la ceguera... Entre escenas aparecen cortos en blanco y negro sobre elefantes. Esto y el título del film es explicado en el campo de re-educación a Joe: "cuando un grupo de ciegos se topa con un elefante, cada uno cree que es una cosa distinta, por ejemplo, el ciego que se topa con las patas, cree que el elefante es un árbol, el ciego que se topa con la trompa, cree que es una serpiente, etc".

Así como es el elefante, es cualquiera de los gobiernos y ciego es el pueblo, que se acomoda a sus circunstancias para sobrevivir. Bueno, eso es más o menos lo que entendí yo, pero como es una película política complicada agradeceré cualquier otra interpretación en los comentarios.

En resumen: creo que Tierra de Ciegos es una película interesante, actual y con buenas interpretaciones y sin embargo densa, poco cinematográfica, demasiado teatral.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 23
PELICULA: Micmacs




FICHA TECNICA:
AÑO: 2009
DURACIÓN: 105 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Jean-Pierre Jeunet
GUIÓN Jean-Pierre Jeunet, Guillaume Laurant
REPARTO Dany Boon, Yolande Moreau, Marie-Julie Beaup, Dominique Pinon, Julie Ferrer, André Dusollier
GÉNERO Comedia

SINOPSIS:
Bazil es un tipo que ha logrado esquivar la muerte por segunda vez en su vida. Cuando era niño fue víctima de una mina antipersona. Él sobrevivió, pero su familia no tuvo tanta suerte. Después, de adulto, una bala perdida se incrustó en su cerebro. Bazil, que sigue vivo, conoce a unos artistas callejeros que le ayudarán a vengarse de las compañías armamentísticas que tanto daño le han hecho.

CRITICA:
Por Jordi Costa
La última película de Jean-Pierre Jeunet es una comedia excéntrica (y, atención, casi silente) que, tras el aparatoso desvío melodramático que supuso Largo domingo de noviazgo (2004), describe un esforzado regreso al hogar primigenio de Delicatessen (1991). Micmacs es una virtuosa catedral de sofisticado slapstick, pero no logra desembarazarse de la cursilería (de mimo) que infectaba su influyente Amelie (2001).

Jeunet resuelve, por el camino, diversos saltos mortales y extrae una gran elocuencia de su juego formalista, pero se acerca a lo imprudente cuando decide hacer explícito su mensaje político, utilizando sin demasiado pudor imágenes de víctimas de minas antipersona en un clímax que se acerca a una reescritura javierfesseriana de Misión: Imposible (la serie).

TRAILER:

CICLO MES DE FEBRERO DIA MARTES


CICLO: la Visión de Staley Kubrik
LUGAR: Auditorio BL 19
HORA: 6:00 PM

FECHA: FEBRERO 7
PELICULA: Eyes Wide Shut




FICHA TÉCNICA:

AÑO: 1999
DURACIÓN: 159 min.
PAÍS: Gran Bretaña
DIRECTOR: Stanley Kubrick
GUIÓN Stanley Kubrick & Frederic Raphael (Novela: Arthur Schnitzler)
REPARTO Tom Cruise, Nicole Kidman, Sydney Pollack, Marie Richardson, Leelee Sobieski, Rade Serbedzija, Todd Field, Vinessa Shaw, Alan Cumming, Sky Dumont, Fay Masterson, Thomas Gibson, Madison Eginton, Louise J. Taylor, Stewart Thorndike GÉNERO: Drama.

SINOPSIS:
William Harford es un médico respetable de Nueva York cuya vida parece ir sobre ruedas. Tiene una mujer preciosa con la que lleva 9 años casado, una hija y un trabajo que le gusta. Pero una noche, al día siguiente de asistir a una fiesta, su esposa Alice le cuenta unas fantasías eróticas y cómo estuvo a punto de dejarle por un hombre que ni siquiera conocía. Abrumado por esta confesión, sale a la calle a visitar a un paciente. De vuelta a casa paseando, entra en un local donde un antiguo compañero le cuenta una misteriosa historia. A partir de entonces, un mundo de sexo y fantasías se abre ante él, uniéndose a una congregación secreta dedicada al hedonismo y al placer sin límites...

CRITICA:
por Roberto García
Morbo. Esa fue la razon principal por la que el espectador general acudio allá por el año 1999 a ver el último y póstumo trabajo de Stanley Kubrick. Y morboso es todo el mundo y por eso cualquier morbosillo del montón se enfrascó en 2 horas 40 minutos de metraje del mas puro Kubrick solo por ver unos cuantos desnudos o a la por entonces menos prolífica Nicole Kidman, desnuda.

Lógico que a muchos no les gustase esa pelicula. No sabian donde se metian. Los que fueron preparados, los que sabian que Stanley Kubrick era el director de "Eyes Wide Shut", lo exigente, genial y dificil que era y la carrera que tenia a sus espaldas si supieron juzgar a su debido modo a esta pelicula, obra maestra para muchos, decepcion para otros.

Adaptando la obra "Traumnovelle" de Arthur Schnitzler (muy libremente), Kubrick rozó la perfeccion narrativa, la atracción filmica con una trama de un demasiado particular suspense, un thriller atipico, de oscuras profundidades, desasosegante, misterioso.
Repleto de colores azules y naranjas comienza Kubrick su pelicula, con el aparentemente feliz matrimonio de Tom Cruise y Nicole Kidman acudiendo a una fiesta. Aparentemente, porque en esa fiesta solo el coqueteo continuo de ambos y por separado, denota que la pareja no funciona.
Ese es el primer guiño en esa aventura sexual que nos narrara "Eyes Wide Shut", la busqueda de la satisfaccion sexual, de lo superficial del sexo.

Kubrick nos ira conduciendo por todos y cada uno de los secretos a voces del sexo a traves de ese viaje que Cruise realiza a los mas bajos fondos de la Alta Sociedad Americana.
Prostitucion, celos, infidelidades, pederastia, necrofilia, deseos sexuales, sida, etc, son sugeridos, mostrados en algún momento de la pelicula sin ser abordados con mayor protagonismo uno u otro.

El propio Stanley Kubrick se nego a residir en Hollywood, lugar que consideraba repleto de hipocresia. El mismo modo de vida hollywoodiense, podria ser el protagonista de la orgia de mascaras, magistral momento en la filmografia del director, en el que ataca a la "high society" , describiendo esa hipocresia, esos excesos o ilegalidades que son vistas por todos y comentadas por nadie, donde el sexo multiple, el asesinato, la utilizacion de personas esta a la orden del día.

Despues de todo ese descenso al infierno particular del sexo, propio de "Sodoma y Gomorra", despues de narrar todos los palos sexuales, la absoluta necesidad del sexo en el matrimonio es la opcion elegida, y con una frase al respecto, directa y sin ningún tipo de contemplación, ("Follemos") se cerrará la pelicula y tambien la carrera del genial director.
Sin duda "Eyes Wide Shut" es un film que no deja indiferente, un viaje onirico, nocturno, a veces tan imposible como el viaje de Griffin Dunne en "Jo, que noche", tentador, sexual. La noche, con su calidez en el hogar (de color naranja) y con su frialdad en las calles (de color azul), la navidad, tan confortable en familia, tan impersonal con desconocidos y el sexo, tan romántico con tu pareja, tan pasajero, con extraños.
Dicen que fue las exigencias y dureza de Kubrick lo que hizo que Cruise y Kidman discutieran mas a menudo de lo normal y decidieran divorciarse.

Dicen que Kubrick, en su busqueda constante de la perfección, comprobo la nulidad de Cruise en el sexo.
Lo que esta claro, es que consiguió la primera y llamativa gran interpretacion de Kidman, y una de las mas serias de Cruise, y una pelicula ambigua, misteriosa y afrodisiaca, tras la cual pudo morir y tener para siempre los ojos completamente cerrados.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 14
PELICULA: Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb




FICHA TECNICA:
AÑO 1964
DURACIÓN 93 min.
PAÍS: Gran Bretaña.
DIRECTOR Stanley Kubrick
GUIÓN Stanley Kubrick, Terry Southern, Peter George (Novela: Peter George)
REPARTO Peter Sellers, George C. Scott, Sterling Hayden, James Earl Jones, Keenan Wynn, Slim Pickens, Peter Bull, Tracy Reed, Jack Creley, Frank Berry, Glenn Beck, Shane Rimmer, Paul Tamarin, Gordon Tanner, Robert O'Neil, Roy Stephens
GÉNERO Comedia.

SINOPSIS
Convencido de que los comunistas están contaminando los Estados Unidos, un general ordena, en un acceso de locura, un ataque aéreo nuclear por sorpresa contra la Unión Soviética. Su ayudante, el capitán Mandrake, trata de encontrar la fórmula para detener el bombardeo. Por su parte, el Presidente de los EE.UU. se pone en contacto con Moscú para convencer al gobierno soviético de que el ataque no es más que un estúpido error. Mientras tanto, el asesor del Presidente, un antiguo científico nazi, el doctor Strangelove, confirma la existencia de la “Máquina del Juicio Final”, un dispositivo de represalia soviético capaz de acabar con la humanidad para siempre.

CRITICA:
Stanley Kubrick posiblemente sea el mayor director de cine de la historia. Hay, ciertamente, otros genios que pueden pelear dicho lugar de privilegio (como Orson Welles, sin ir mas lejos). Pero ninguno tuvo una producción tan pareja de obras monumentales como Kubrick. Echados por el Macartismo, abominados por los estudios, o con problemas para financiar sus proyectos, ninguno pudo hacer lo que hizo Kubrick, de obtener contratos exclusivos y tener manos libres para realizar lo que quisiere. Esto no siempre significó una carta blanca (los retrasos y presiones sobre el rodaje de 2001 fueron memorables). Pero dentro de lo que significa la maquinaria cinematográfica comercial, Kubrick resultó siendo un privilegiado. Al momento de filmar Dr. Strangelove, ya había captado la atención internacional con Espartaco y con Lolita (una turbulenta historia de amores pedofílicos), y seguiría con 2001, Odisea del Espacio y La Naranja Mecánica, que culminarían con la época de apogeo del director. El resto de sus obras, a partir de Barry Lyndon no son tan redondas, amén de que Kubrick desarrollaría una conducta cada vez más reclusiva y obsesiva, y los intervalos en su producción serían cada vez más largos.

Cuando filma Eyes Wide Shut en 1999 - su última película -, hacía más de 12 años que no rodaba.

El tema de la Guerra Fría fue una pesadilla constante en la mente de los norteamericanos hasta la caída del muro de Berlín. Pensemos que a mitad de los sesenta, aún las aguas se encontraban turbias por la crisis de los misiles cubanos de Octubre de 1962; que es el auge de la "familia nuclear" - donde todos los hogares poseían refugios atómicos - y donde los resultados de la refriega de Vietnam (una guerra camuflada entre las dos super potencias) era aún incierto. La ciencia ficción se nutrió con abundancia de estos temores, desde el bizarro Godzilla hasta obras más serias como On The Beach o Fail Safe, film este último que toca el mismo tema de Dr. Strangelove desde una óptica dramática. Comentario aparte, es interesante observar que la dualidad de Fail Safe y Dr. Strangelove es uno de los casos más extraños de la historia del cine, que sólo se ha repetido en los últimos tiempos - sobre otro tema, como una posible invasión alienígena - con Día de la Independencia y Marte Ataca; historias similares desde puntos de vista diferentes y rodados con escasa diferencia de tiempo.

Si bien Alerta Roja es una novela dramática, Kubrick decide transformarla en una comedia negra - caso contrario, hubiera resultado ser otro Fail Safe -. Lo interesante de ambos filmes es que demuestran la fragilidad de la estructura de defensa nuclear de Norteamérica - un error de comunicación, un apresuramiento, ... o un loco, como en este caso, pueden desatar el holocausto -. Pero mientras que Fail Safe se centra en el dramatismo y los cargos de conciencia de los hombres a cargo de la seguridad nacional americana, Dr. Strangelove se regodea con lo absurdo de la guerra nuclear. El caso más típico es el del General Turgidson, que es el paroxismo del militar patriota y descerebrado. No importan las vidas humanas, son solo números con tal de derrotar a los comunistas. No es la primera ni la última vez que se muestran a los militares como idiotas con poder, encerrados en su propio mundillo de estrategias y politiquerías, ajenos al sentido real de lo que estan hablando. Es allí donde Kubrick hunde el escalpelo hasta el fondo : desde Turgidson peleándose con el embajador ruso en el salón de guerra - ajeno a las urgencias por el bombardeo inminente - hasta Bat Guano, que cumple sus órdenes militares como un autista, a pesar de los ruegos de Mandrake para contactar a Washington y detener el ataque.

Dr. Strangelove es una comedia muy inteligente, pero no es un film que haga reír. Lo triste del tema es que muchos personajes que deambulan por el film deben ser ciertos, y eso impide la carcajada. Es una comedia que funciona a nivel cerebral, como los filmes de Wes Anderson. Ciertamente hay momentos que uno disfruta más que otros, como el mítico diálogo de Mirkin Muffley con el premier ruso, o la caída de la bomba con el Mayor Kong cabalgándola como si fuera un rodeo, escenas que ya pertenecen a los anales del cine (curiosamente el personaje de Kong debería haber sido el cuarto papel que debía interpretar Sellers, pero por un capricho del divo, simuló tener una pierna quebrada para escapar del autoritarismo de Kubrick durante el rodaje). Pero en general, el tono es muy oscuro, demasiado para sonreír con los diálogos. Posiblemente sea porque uno ve un desfile de necios con poder, y eso resulta ser un tema atemporal, tal como pasa actualmente con la posguerra en Irak y la política expansionista de Bush. Es un film implosivo, donde todos los personajes se encuentran en estado de histerismo contenido - especialmente las tomas en el salón de guerra -, y que posa una mirada despiadada sobre los personajillos que ilustra. Pero todo resulta ser demasiado cínico como para ser gracioso.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 21
PELICULA: Full Metal Jacket




FICHA TECNICA
AÑO: 1987
DURACIÓN 120 min.
PAÍS: Gran Bretaña
DIRECTOR Stanley Kubrick
GUIÓN Stanley Kubrick, Michael Herr, Gustav Hasford (Novela: Gustav Hasford) REPARTO Matthew Modine, Vincent D'Onofrio, R. Lee Ermey, Adam Baldwin, Dorian Harewood, Arliss Howard, Kevyn Major Howard, Ed O'Ross, Gary Landon Mills, Sal López, John Stafford, Kieron Jecchinis, Ngc Le, Papillon Soo Soo
GÉNERO: Drama

SINOPSIS:
Un grupo de reclutas se prepara en Parish Island, centro de entrenamiento de la marina norteamericana. Allí está el sargento Hartmann, duro e implacable, cuya única misión en la vida es endurecer el cuerpo y el alma de los novatos, para que puedan defenderse del enemigo. Pero no todos los jóvenes están preparados para soportar sus métodos.

CRITICA:
Digerido por bronte
No damos abasto con las efemérides. En esta ocasión acabamos de celebrar los 30 años del final de la guerra de Vietnam, guerra que aún sigue siendo percibida por los americanos como el peor episodio de su historia. Como la experiencia dice que a los españoles este conflicto nos suena a chino, que ni siquiera a vietnamita, para ponernos en situación, un poco de historia. Muy sucinta. A mediados del siglo XX todas las potencias colonizadoras iban abandonando paulatinamente sus colonias, menos los que ya nos podemos imaginar. Francia quería seguir siendo la "potencia colonizadora y protectora" de Indochina, al precio que fuera (el imperio Michelín estaba en juego), y erre que erre, en vez de irse tranquilamente, con las mismas se las arregló para propiciar una terrible guerra de liberación, que acabó con la derrota gala en Dien Bien Fuh en 1954. No sin antes haber provocado que los países comunistas se metieran en todo el petate, apoyando a los movimientos de liberación contra los franceses.

En virtud de la "teoría del dominó" vigente en Estados Unidos en aquel momento, y que rezaba que si un solo estado surasiático caía en la esfera de poder de los soviéticos, caerían todos como las fichas del dominó, a los americanos les pareció que no les quedaba más remedio que meterse en el conflicto de Vietnam del Sur (porque el del Norte ya estaba totalmente "stalinizado"), para evitar que un nuevo país albergara otra dictadura "roja". Pero en Vietnam del Sur ya había nacido el Vietcong, facción marxista-leninista que luchaba contra el ejecutivo gobernante (apoyado por USA) y a partir de este hito, 10 años de una interminable guerra de guerrillas (1965-1975) que todos conocemos bien por ser un tema recurrente del cine norteamericano, y que acabó con un Vietnam más comunista que Stalin. En esa intervención militar es donde se encuadra la película que hoy nos ocupa, "La chaqueta metálica", obra de uno de los pocos genios que en el cine han sido: Stanley Kubrick.

Si la violencia es un tema constante en el cine de Kubrick, "La chaqueta metálica" aborda el tema de la violencia en su forma más acromegálica e institucionalizada: la guerra. Pero no es ésta otra película en la que se retrate el calor pegajoso de la selva vietnamita. Muy al contrario, y muy en la línea de su director, las imágenes son más bien asépticas, se aprecia un orden considerable tanto en la planificación visual, como sonora, como en el montaje, y si uno está atento, puede percibir claramente el sentido coreográfico de su autor (sobre todo en las secuencias de batalla). Nada de batiburrillos reflejando el caos en el que se convirtió la participación americana en Vietnam. Caos no sólo por la incombatible guerra de guerrillas (inventada por cierto por un español: Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán), sino asimismo por la falta de claridad en el objetivo, aspecto presente en la película. Mientras la mitad de América creía que estaban en Vietnam ayudando a mantener las reglas del mundo libre en el Sureste asiático, la otra mitad (en ese rasgo aislacionista tan americano), no entendían que se les había perdido allí, ni mucho menos por qué tantos soldados americanos no voluntarios, estaban muriendo en un país del que casi no se sabía ni en qué parte del mapa estaba (fue esta guerra el punto que marca la profesionalización de los ejércitos del mundo).

La dualidad es por lo tanto un factor muy presente en la película. Dualidad sobre la propia guerra, porque allí donde hay un enfrentamiento, hay seres humanos creyendo que luchan por una causa justa, pero al mismo tiempo hay un absurdo inherente al propio conflicto. Y no son pocas las secuencias dedicadas a reflejar ese absurdo. La última parte del metraje en la que el grupo de soldados protagonistas se enfrenta a un franco-tirador oculto ante el que van cayendo uno a uno, con la mayor impotencia, es un buen ejemplo de ello. Y dualidad al mismo tiempo en el ser humano (visible en el propio cartel de la película), de la cual el recluta Bufón funciona como escaparate. Las personas son capaces de lo mejor y de lo peor, y a veces al mismo tiempo, y a veces sin que se que se pueda distinguir tampoco cuál es cuál.

El filme está dividido en dos partes: la segunda desarrolla la presencia del recluta Bufón en Vietnam, y de cómo llegar a matar se puede llegar a traducir en un ejercicio de humanidad. También se emplea este segmento para reflejar distintas posturas de los soldados americanos allí destacados: el cínico, el psicópata, el que sólo quiere volver a casa, y el que cree en la causa que está defendiendo, todos ellos tratados, sin embargo, con la ternura del que asiste a una función escolar. Kubrick aniña en cierta manera a sus personajes y así los descarga de su responsabilidad moral. Porque el director quiere poner el énfasis en los altos mandos, que aparecen retratados como ignorantes máquinas de fabricar máquinas de matar. Son oficiales deshumanizados, muy del gusto de las modernas teorías que sostienen que los miembros del ejército nacen de coliflores y no de padres y madres como el resto de los miembros de la comunidad. Son personajes diferentes, diferenciados y a ellos se les responsabiliza de lo inhumano de una guerra.

De ahí que la primera parte de la película (la más potente), aquella dedicada al período de instrucción del recluta Bufón en los marines, recuerde tanto a otras obras como "La naranja mecánica", por lo que de distorsión de la persona tienen. Este acto está rodado con una pulcritud absoluta sin renunciar a la estilización propia del autor, también en los diálogos, todos ellos memorables. Es tan incomprensible a ciertas horas del día la preparación de estos marines, que la película goza de un humor subterráneo muy rayano en el absurdo. Sin embargo, más allá del chascarrillo filosófico, al llegar al metraje desarrollado en Vietnam, se llega a entender por qué otro tipo de preparación sería inútil y por lo tanto ridícula. En el recinto de instrucción, podemos contemplar a Vincent D'Onofrio, quien engordó 32 kilos para este trabajo, y en cuya cara podremos ver expresiones que ya vimos en el Malcolm McDowell de "La naranja mecánica" y en el Jack Nicholson de "El resplandor".

Los surasiáticos casi no aparecen reflejados si no es para vender a sus mujeres para la prostitución, afición que parece que mantienen y a la que, según los periódicos, los españoles no le hacen ningún asco y el asunto de despachos, drogas, repercusiones en USA, y vuelta a casa, simplemente no existen en "La Chaqueta metálica". Como todas las películas de Kubrick, no habla de un hecho en concreto, sino que accede a un plano de abstracción apoyándose en un hecho concreto. Todo el filme mantiene una atmósfera espacial y distante, remarcado por la banda sonora original y para que se distinga lo que es un buen director, pese a incluir canciones pop/rock íntegras en el metraje, éstas no sólo no molestan, sino que potencian el sentido de todas y cada una de las escenas, unos años antes de que lo hiciera Tarantino.

Por cierto, el actor que interpreta aquí al instructor, un antiguo marine, fue el instructor de Louis Gosset Jr, para su papel en "Oficial y Caballero"; de ahí que los más avispados encuentren más de una similitud entre estas dos películas. Recomendada para todos aquellos que se sepan el himno del Club Mickey Mouse de memoria.

TRAILER:


FECHA: FEBRERO 28
PELICULA: Barry Lyndon




FICHA TECNICA:
AÑO 1975
DURACIÓN 183 min.
PAÍS: Gran Bretaña
DIRECTOR: Stanley Kubrick
GUIÓN: Stanley Kubrick (Novela: William Thackeray)
REPARTO Ryan O'Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee, Hardy Kruger, Steven Berkoff, Gay Hamilton, Mary Kean, Diana Loerner, Murray Melvin, Frank Middlemass, André Morell, Arthur O'Sullivan, Godfrey Quigley, Leonard Rossiter, Philip Stone, Leon Vitali
GÉNERO Drama

SINOPSIS:
Barry Lyndon, es la historia de un ambicioso irlandés sin porvenir ni esperanzas que se propone alcanzar una elevada posición social, convirtiéndose en parte de la nobleza inglesa del siglo XVIII. Para Barry Lyndon la respuesta sobre cómo alcanzar el poder que ambiciona es sencilla: de cualquier forma posible.

CRÍTICA:
Barry Lyndon; El museo de la pintura
1975. La innovación llega al cine. Unos métodos novedosos que pocas veces volverán a ser utilizados. Kubrick contacta con la NASA y ellos le dan la idea de usar en su nueva película. Pero, ¿qué es lo que distingue a estas cámaras de las convencionales? Pues las cámaras Zeiss son unas maravillas técnicas que disponen de unos objetivos tremendamente luminosos y que tratan el negativo de los rollos de una manera muy cuidadosa. Al positivar las imágenes, éstas dan como resultado unas escenas de una luminosidad impresionante que parecer retratar los mejores cuadros que podemos ver en cualquier museo que se precie. Y es que, si por algo es conocida esta película, es precisamente por los paisajes y escenas campestres las cuales parecen sacadas de cuadros de Rembrandt, Van Dyck o Caravaggio. El barroco reflejado en Barry Lyndon resume uno de los más preciosos legados cinematográficos de los que disponemos. Aunque, no obstante, las escenas más conseguidas de la película son aquellas en las que Kubrick utilizó sólo la luz de unas velas para alumbrar una estancia. La luz de estos objetos, combinada con los objetivos Zeiss de sus cámaras, hicieron que fueran las secuencias más bellas de la película. Si Kubrick hubiera utilizado cámaras convencionales, estas escenas habrían salido totalmente oscuras. De ahí el tremendo valor de Barry Lyndon como innovación.

Pero fuera de este aspecto técnico y justificando a todas aquellas personas que, unánimemente, piensan que es una obra menor dentro de la filmografía de Kubrick, hay que darles la razón cuando dicen que es una película con un guión bastante escaso. Se intenta reflejar la evolución que sufre el personaje de Redmond Barry, un muchacho nacido en una familia de clase trabajadora de Irlanda y su progreso hasta convertirse en un machista hombre adinerado que ha dado un braguetazo al casarse con la condesa de Lyndon. A pesar de que el libro en el que se basa la película es bastante largo y Kubrick pudo sacar más partido a sus páginas, el hecho es que se sacrifica a propósito el guión en detrimento de las maravillosas escenas anteriormente descritas.

Es de obligada referencia que la mayor parte del presupuesto se destinó a recrear escenarios de la época, el siglo XVII, especialmente el Castle Howard, impresionante construcción de la época que ha servido de escenario a películas como Retorno a Brideshead. La recreación de edificios, jardines, interiores, vestuario constituye la perfecta excusa que tuvo Kubrick para rodar, según sus intenciones, no una película sino un documental de la época. Y es que es lo que el director neoyorquino tenía en mente. Él no quería hacer una película sobre el siglo XVII al uso ya que sobre ese tema ya había demasiadas películas, algunas incluso mejores que Barry Lyndon. Lo que pretendía era reflejar la vida cotidiana de la gente de la época y construir un personaje con el que sentirnos identificados. En algunos momentos de la película llegamos a vernos envueltos en la intimidad de la familia Lyndon o incluso en las aventuras extramatrimoniales que Barry tiene noche sí, noche también.

Pero sin duda ninguna, por lo que esta película-documental ha pasado a la Historia es por el uso de la música en la película. Piezas clásicas y obras maestras de la música clásica se unen en Barry Lyndon para deleitar al espectador. Sarabande del maestro Friedrich Häendel, El Barbero de Sevilla de Giacomo Rossini, pequeñas piezas de Bach y Schubert amén de piezas de folklore irlandés interpretadas por la banda The Chieftains. Estas piezas musicales, sobre todo Sarabande, llegan al clímax de la cinta en la escena de la muerte del hijo de Lyndon. Es inevitable no soltar alguna lágrima mientras vemos el carro fúnebre y a los destrozados padres cuando suena de fondo esta magistral pieza de Häendel. También es utilizada por Kubrick en todos los momentos en los que aparece Redmond Barry llegando a llamarse en la posterior edición en CD de la banda sonora como "Barry Lyndon´s Theme". También en el final de la película, en los créditos finales, el director vuelve a usar Sarabande para trazar un montaje rítmico con todos los nombres de los participantes en la película.
En el aspecto artístico destaca la interpretación de Ryan O´Neal, un actor no demasiado destacable que solo vivía de su presencia en la pantalla. De hecho, el papel del imbécil Barry Lyndon le viene como anillo al dedo puesto que es un hombre que no posee demasiada capacidad de organización en su vida y que vive de las rentas. Tanto Marisa Berenson como Philip Stone o Leon Vitali tejen personaje absolutamente maravillosos. La amistad de Vitali con Kubrick fue tan intensa que a partir de Barry Lyndon, el director lo contrató de ayudante de dirección.

Nominada a 8 Oscar entre los que destacan Mejor película, director, guión adaptado, fotografía, dirección artística, banda sonora y vestuario, sólo consiguió ganar los cuatro últimos alzandose como una de las películas triunfadoras del año. En los Globos de Oro estuvo nominada a la mejor película y al mejor director. En los BAFTA estuvo nominada a la mejor película, director, dirección artística, fotografía y vestuario ganando solamente el galardón al mejor director para Stanley Kubrick.
Toda una proeza del cine en los años 70 que revolucionó el concepto de luminosidad en el cine. Nunca jamás volveremos a ver esta innovación y sentirla como lo que es: una auténtica obra de arte que incluye alguna de las escenas más espectaculares de la Historia del Cine. Porque no hace falta hacer películas sobre marcianos, naves espaciales, espadas láser y esas cosas para crear maravillas visuales.
Barry Lyndon es el ejemplo perfecto.

TRAILER:

EL RITO


FECHA: JULIO 26.
HORA: 6:00 PM.
LUGAR: AUDITORIO BL 19.



FICHA TÉCNICA
Dirección:
Mikael Hafstrom.
País: USA.
Año: 2011.
Duración: 115 min.
Género: Thriller sobrenatural.
Interpretación: Anthony Hopkins (padre Lucas), Colin O’Donoghue (Michael Kovak), Alice Braga (Angeline), Ciarán Hinds (padre Xavier), Toby Jones (padre Matthew), Rutger Hauer (Istvan Kovak).
Guion: Michael Petroni; inspirado en el libro de Matt Baglio.
Producción: Beau Flynn y Tripp Vinson.

SINOPSIS:
Basado en hechos reales, el film toma como base una novela de Matt Baglio. Un estudiante norteamericano que se prepara para el sacerdocio, está en una etapa de pérdida de fe, para recuperarla acudirá a la escuela de exorcismos de El Vaticano en la que se verá cara a cara con las fuerzas demoníacas.

CRITICA:
Hay un diablo en mi cuerpo
Por Ezequiel Boetti
Enésima revisión de ese clásico más clásico del cine de terror que es El exorcista (The Exorcist, 1973), El Rito (The rite, 2011) se presenta como una propuesta que suple la falta de originalidad con un desarrollo interesante y atrapante. Pero se empantana en su propia tibieza conformándose con la mediocridad de un par de saltos y sustos.

Supuestamente basada en hechos reales (¿alguien se encargará de comprobar la veracidad de las situaciones englobadas bajo esa leyenda?), la película del sueco Mikael Hafstrom narra la historia de Michael Kovak (un plástico y felizmente ignoto Colin O'Donoghue), seminarista y ex empleado de la casa fúnebre regenteada por su padre. Con su fe presa del descreimiento, lo envían a Roma para que tome clases de exorcismo. Para que se curta, digamos. Ahí conoce al poco ortodoxo Padre Lucas (Anthony Hopkins, quien aseguró que era su mejor película desde El silencio de los inocentes) y descubrirá que sus dudas eran infundadas: el Diablo existe.

Si hay algo que amerita la visión de El Rito es su tercio inicial. La primera escena es el preparativo de un cuerpo para su velorio. El recorrido pausado, casi admirado de Hafstrom por el principio del fin de una fisonomía humana; el procedimiento automático pero meticuloso con que Kovak lo maquilla, lo viste, lo armoniza; la presencia fantasmagórica de un Ruthger Hauer corroído por el tiempo invitándolo a cenar, todo construye una atmósfera ominosa, plena de claroscuros visuales, donde la multiplicidad de temas promete un relato atrapante. Porque después de allí, quizá como contraposición al patriarcado absoluto de su casa o como búsqueda de respuestas espirituales al hecho infinitas veces certificado de la expiración del cuerpo, Michael parte rumbo al seminario.

El Rito se pone mejor: el futuro cura piensa no ser tal porque descree, porque la religión no le dio las respuestas que buscada. Si hasta mira con apetencia sexual a una compañerita. ¿La película más iconoclasta del año? No, porque aparece el Padre Lucas y exorciza a El Rito dejándola inocua como una seda.
El tour de force religioso de Michael por los suburbios de la estilizada Florencia es el mismo al que Hafstrom somete a un espectador que lentamente empezaba a contagiarse del descreimiento generalizado. El Lucas de Hopkins, como el Lionel Lougue de Geoffrey Rush en la sosa El Discurso del Rey (The King's Speech, 2010), está construido a brocha gorda, por el puro utilitarismo narrativo de generar una situación aún mayor. En este caso es, se dijo, inspirarle espiritualidad al descreído.

El desenlace es a puro grito y efecto especial. Poco queda de aquella lasciva mirada de Michael a su compañerita, de la fascinación (de él y de la cámara) por el cuerpo y su contorno. El Rito prometía mucho más.

TRAILER

CICLO MES DE JUNIO DE LOS DIAS MARTES


LUGAR: AUDITORIO BL 19
HORA: 6:00 PM
CICLO: SIN CENSURA

FECHA: 7 DE JUNIO
PELICULA: CUENTOS INMORALES




FICHA TÉCNICA
AÑO: 1974
DURACIÓN: 103 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Walerian Borowczyk
GUIÓN: André Pieyre de Mandiargues
REPARTO: Lise Danvers, Fabrice Luchini, Charlotte Alexandra, Paloma Picasso, Pascale Christophe, Florence Bellamy, Jacopo Berinizi, Lorenzo Berinizi, Philippe Desboeuf, Nicole Karen, Tomas Hnevsa, Mathieu Rivollier, Robert Capia
GÉNERO: Drama, Erótico.

SINOPSIS:
Cuatro relatos eróticos que tienen lugar en distintas épocas históricas. En el primero, "La marea", una estudiante y su prima quedan aisladas en una playa desierta. "Teresa filósofa" cuenta la historia de una joven que, encerrada en su habitación, busca llegar al éxtasis tanto místico como sexual. "Erzsebet Bathory" es un retrato de la condesa del siglo XVI famosa por bañarse en la sangre de vírgenes, mientras que "Lucrecia Borgia" nos muestra una visión incestuosa de la mítica familia.

CRITICA:
por Mónica Delgado
La exarcebada presencia de lo fálico es casi una obsesión en el mundo de restricciones y pecados que el polaco Borowczyk plasma en la puesta en escena de sus películas eróticas. Es decir, suena redundante mencionar la figura fálica en películas sobre diversas relaciones sexuales, pero al cineasta lo que le interesa es remarcar esta forma casi literal en todo lo que le apetezca: pepinos, extremos de las cabeceras de las camas, esculturas largas, muñecos de madera, plumas de pavo, velas, así, en un modo corriente y poco delicado, al igual que otros objetos que también son tomados con afán fetichista. En Cuentos inmorales (Francia, 1974) reparte en cuatro episodios, ambientados en diferentes épocas de la historia y protagonizadas por mujeres, intenciones sobre la forma en que éstas asumen sus vínculos sexuales de modo singular y con evidente misoginia.

Cuentos inmorales no es una cinta redonda, quizás muy irregular, sin embargo gana en sus atrevimientos por plasmar una predominancia de un mundo donde los hombres apenas figuran como fabuladores o como ensoñaciones (sobre todo a través de narradores omniscientes), pero que terminan sacando ventaja ante la curiosidad sexual femenina, que al final de cuentas se vuelve una tara.

El primer relato La marea, inspirado en un texto del escritor francés André Pieyre de Mandiargues, narra cómo una ingenua adolescente, encarnada por la actriz Lise Danvers, es motivada por su primo, un poco mayor que ella, para que le practique una fellatio, aprovechando que la ha llevado a unos peñascos y donde quedan atrapados por la subida del nivel de mar. La puesta en escena de este episodio es lo más rico de la cinta, basada en primeros planos de labios rosados como encarnación de la cavidad o de senos al descubierto, acompañados del monólogo del primo que explica el símil entre su erección y la intensidad de la marea. Un lejano plano general de la pareja retozando mientras las olas revientan en sus cuerpos indica el manierismo o adornamiento que el cineasta le quiso dar a este despertar sexual.

El segundo episodio, titulado Thérèse Philosophe, que toma como excusa la historia de la monja del mismo nombre que fue violada por un vagabundo y que luego se volvió beata, presenta a una chiquilla del siglo XVIII, que se masturba con un pepino tras excitarse con grabados de un libro prohibido. Fragmento predecible, sin embargo vale la pena el nivel de abstracción que muestra Borowczyk en los planos cerrados de la muchacha en plena contorsión lúbrica.

El tercer capítulo, Erzsébet Báthory, se encarga de ahondar en el mito de la condesa sangrienta (interpretada por la hija de Pablo Picasso), quien se bañaba con sangre de mujeres jóvenes que eran captadas en redadas. Es un episodio también irregular, pero posee una escena antológica de Báthory en medio de una veintena de mujeres desnudas y enloquecidas peleándose por dejarla desnuda a costa de arrancarle un blanco vestido de perlas. Es importante destacar un detalle, Báthory borrando dibujos de penes que dejaron unas chicas mientras se bañaban. El asco al falo en una dimensión tosca y que refleja con más énfasis la selección del cineasta al colocar en sus cuentos inmorales a puras mujeres desvalidas, que quedan en éxtasis ante formas fálicas en las iglesias o caen rendidas ante relatos sobre eyaculaciones y mareas. Báthory odia al falo, así de simple, entonces merece ser castigada.

El último cuento, Lucrezia Borgia, es el menos logrado y el más descuidado, ya que es más evidente en la manera de representar los vicios de la iglesia, otro de los motivos en el cine erótico de Borowczyk (como la condena a la zoofilia de curas poco probos en La bestia). Está ambientada en 1498 y sólo considera un ménage-à-trois entre Lucrezia, su padre el Papa y su hermano el cardenal. A pesar de este final sin atractivos, Borowczyk llama la atención en esta película por sus improvisados y poco "decorosos" acercamientos al cuerpo femenino, por su ojo hambriento de planos que sensibilicen al espectador, cosa que logra no en pocas escenas.

TRAILER


FECHA: 14 DE JUNIO
PELICULA: BORDERLINE




FICHA TÉCNICA
DIRECTOR: Evelyn Purcell
ESCRITA: David Loucka
PAIS: Alemania, Estados Unidos
IDIOMA: Inglés
GÉNERO: Drama, Crimen, Suspenso
DURACION: 94 minutos
AÑO: 2002
REPARTO: Michael Biehn, Gina Gershon, Rae Allen, Sean Patrick Flanery, Nick Boraine, Eddie Driscoll, Jennifer Steyn

SINOPSIS
Un drama erótico sobre una mujer frente a su cumpleaños número 30, que mira hacia atrás en su vida creciente con ella abuela, madre loca y su exceso de indulgencia con los hombres el sexo y el alcohol.

TRAILER